El mapa político en España se nos presenta azul como el cielo.Con muchas nubes.
En una de esas de algodón se subió el mismísimo don Rajoy que, por el misticismo de su expresión mariana,parecía la viva imagen de un San Antonio al que sólo le faltaba un tierno bebé en los brazos para que hubiera sido la foto perfecta.
Desde luego,la escenita del balcón no ha tenido desperdicio. Estaban todos en la nube del jefe conscientes del triunfo (aplastante).
¿Cómo no iba a bailar Espe? ¿Cómo no iba a disfrutar el alcalde don Gallardón de la borrachera (real) del triunfo?
Como banda sonora tuvimos una y otra vez , en este orden, el himno del PP,los cánticos de la victoria en el mundial de fútbol (qué curioso..)y después el viva España de Manolo Escobar.
Una y otra vez.
Bueno, pues vamos haciéndonos una idea de la que nos espera, culturalmente hablando.
Aún con esta papeleta que tenemos, las urnas nos han dejado importantes mensajes.Esta España mía, esta España nuestra, ha sido siempre apasionada y radical.
Por un lado se tiñe el mapa de azul, por otro,se monta la que se monta con la plataforma del 15 M,y Bildu , en Euzkadi,ha demostrado su capacidad de aglutinar a la izquierda (y no tan izquierda) vasca y llevar al redil democrático a tantísima cantidad de gente a la que no se podía dejar sin espacio electoral de ninguna manera.
No era bueno para nadie.Habla, pueblo, habla, que decía la canción.
Los manipuladores en seguida harán sus lecturas y propagarán a los cuatro vientos: !Que viene el lobo..! en vez de entender que ahora sí que está ETA acorralada. Ahora sí que están solos.
La gran mayoría en Euzkadi está en contra de la violencia.Los que somos de allí lo sabemos hace mucho tiempo.
Estos que están de paseo por las nubes y a la derecha de Dios Padre, harían mal infravalorando la fuerza de los movimientos sociales y de la izquierda
!Ojala Zapatero ( después de la derrota se mostró sincero y elegante) pase a la historia porque durante su mandato se acabó con ETA!. Se lo merecería
Todos los sapos que se tragó en su momento apostando por el diálogo, no fueron en balde.
Comenzamos pues, un periodo de grandes sorpresas.
