jueves, 6 de enero de 2011

¿Etica es estetica? Desgraciadamente no.



Vivo en Sevilla.Por fortuna,Africa está demasiado cerca.
Nos llega su luz y nos llega su gente.
La primera vez que ví, hace muchos años,una musulmana cubierta, que me entusiasmara y me aportara algo estéticamente, en directo (que no fueran las fotos del National Geographic ni las oficiales de alguna diva momificada que define su clase al colocarse una maravillosa tela en la cabeza) fué una preciosa tarde en los jardines del parque Mª Luisa.
No podía dejar de mirarla.
Llevaba una tela divina de Alá, pegada al cuerpo de tal manera que parecía una estatua neoclásica.Deslumbrante belleza.
El estampado no lo escogió al azar, seguro. Encajaba y armonizaba a la perfección con los jardines sevillanos. Tenía solera. Pero ella, menos de 20 años. Sutil, volatil se movía con gracia y modales occidentales.y contrastabac con la contundencia del elemento que tenía al lado: jeque petrolero de evidente poderío,más preso de su estética, de sus complementos y referentes que ella.
Mil y una veces.

Aquella emoción me dió de sí para muchos pensamientos contradictorios todos estos años.Sobre todo por lo que después he ido viendo por aquí,salvo excepciones.
Y ahora, esta polémica. Que prohibimos el velo, que no. Que hasta aquí, más allá , no .En el ámbito público, que en el privado. Que es esta cultura, que la suya.... que esta Andalucía (que era de ellos)...
Sigo buscando en la estética a ver si me da alguna razón.
Pero, es bueno esperar y observar las tendencias, en las mezclas está la sabiduría en la moda.
¿Qué aportarían los españoles emigrantes en los sesenta hacia Europa, que salían de una estética fascista despersonalizada y gris? Aparte del trabajo, poca cosa. O sea, éticamente, sí. Estéticamente, no.
Hoy en día, hasta en Francia e Italia tenemos las españolas fama de vestir bien.
¿Qué vienen a contarnos ahora dichos fascistas supervivientes de aquellos estúpidos años de nuestra historia, apuntándose al carro feminista (Más les vale, las tienen ya metidas en casa) e invocar la igualdad para prohibir el velo de las musulmanas?
Me sigo preguntando.
Nada dijeron nunca de las pobres monjas. Monjitas vestales prisioneras ellas. Monjonas de indumentaria cruel, anacrónica y lacerante que , eso sí, aportaron a la moda algún elemento morboso en aquella época del punk sadomaso.¿No es tan impactante ver un burka, una cárcel con patas, como el shock de una maruja de los ochenta ante un punkie sangriento?

Entonces decíamos: que cada uno se marque como quiera. Y eso estamos aprendiendo.
Vive,deja vivir y que cada palo aguante su vela.


Mujeres occidentales con burka.

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