martes, 18 de enero de 2011

In Memoriam




Conocí a Enrique Morente y a su familia en casa de Carmen Amaya, en Begur,convertida en centro cultural en el 89.
Un momento creativo magnífico de su carrera.Entonces,ya había construído mucho y, por derecho,podía romper por donde quisiera.
Lo que fué evidente para todos era esa poderosa garganta de mil registros, riquísima en sonidos nuevos. denso y profundo caudal de sorpresas.
Pero no sólo era un gran músico.

Poseía Morente un finísimo olfato para las artes en general y las artes plásticas en particular.Era sincero,por lo tanto hacía buen uso de la mejor arma que puede tener un artista

!Qué decir de esa actitud natural ante la vida, que no esté dicho....!

Escuchando,abría todos los sentidos, dejando al trasluz su inocencia y gran curiosidad. Por eso, parecía un niño.
Entre bambalinas,escondía un agudísimo, ácido y elegante sentido del humor, sólo reservado a los muy inteligentes.

Hacia finales de los noventa,cantó en el teatro Maestranza de Sevilla. Parece mentira que hace tan poco tiempo, se le recibiera aquí todavía con desconfianza.
Ya se sabe, tanta tradición y tanto Séneca que han hecho aquí estragos.
Entonces, Aurora me comentó:
¿Has visto qué frío el público? Si no se puede cantar mejor por soleá que como ha cantado hoy...
Era cierto,demasiada profundidad y espiritualidad para cierto público cerrado y conservador, por lo tanto inculto.
Aquel día,motivada,escribí unos tangos dedicados a él.
Sirva como pequeño homenaje a un artista esencial e irrepetible.

El tiempo no curará su pérdida,solo transformará los sentimientos

TANGOS


Para Morente


Es verdad

que hoy he visto la mentira

por arte de birlibirloque

es nuestra y es muy taurina


El oro

tan deslumbrante que ciega

como luz en el espejo

en esta y otras esferas


La plata

que oculta le está robando

desde un oscuro rincón

a la luna su pureza


Y la gente no es que sí.

Hay otros que si que no.

Los que ves en la Alameda

Quizás vengan del Tardón


Y en esta plaza

¡Cuántos derrotes de “miarma” blanca!


Escúchame, Maestranza

que tienes tú mucho oro

reflejándose en ti misma

¿Dónde se quedan las sombras?

¿Dónde se queda la plata?



.la plaza por ser la plaza…..



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